El Hotel de Hilbert día 2
El gerente, que en sus ratos libres se dedicaba a las matemáticas, no vio problema ninguno: hizo que cada cliente se moviese a la habitación siguiente,
de modo que el de la habitación 1 pasase a la 2, el de la 2 a la tres, y así sucesivamente, de modo que todo el mundo quedó alojado y la habitación 1 libre para el recién llegado.
Al día siguiente la situación fue aún más complicada, pues llegó un autocar con infinitos turistas necesitados de habitación.
¿Qué puede hacer?